Trump cumple sus amenazas, mientras Europa activa sus represaliasUna vez más se confirma la sabiduría popular: con amigos como Trump, no hacen falta enemigos.
Mientras el secretario de Estado Mike Pompeo negociaba en Nueva York con el número dos de Corea del Norte, para regocijo del presidente de Estados Unidos, que no ha dejado de soñar con el Nobel de la Paz, en Washington se anunciaba que abrían la guerra comercial contra sus aliados de toda la vida.
La Administración Trump impondrá aranceles del 25% en la importación de acero y del 10% en el aluminio a la Unión Europea (UE), Canadá y México. Así lo confirmó el secretario de comercio, Wilbur Ross. La disposición entraba en vigor esta pasada medianoche. De inmediato hubo un efecto sísmico en Wall Street y
la bolsa se desplomó ante el temor de las hostilidades comerciales en
venganza por esta decisión y que pueden afectar a productos como el bourbon de Kentucky o las motos Harley Davidson.
EE.UU. impone aranceles del 25% al acero europeo, de Canadá y México
Una y otra vez, Trump reitera que su lema de
“América primero” no significa caminar en soledad. Pero su política no
deja de aislar a su país, para regocijo de sus bases –por la supuesta
protección a la industria nacional– y preocupación de los sectores
económicos. En concreto, en las compañías estadounidenses que utilizan
estos materiales, al temer que suban los costes productivos.
Esta iniciativa se produce en la misma semana en que el
Gobierno estadounidense volvió a la carga contra China, enmendando una
supuesta moratoria.
Las relaciones comerciales con Europa asciende a 1,1
billones de dólares, en tanto que la suma de Canadá y México supera esa
cifra. Los tres castigados por EE.UU. abastecen con casi la mitad de las
importaciones. Cuando el pasado marzo la Administración Trump dio a
conocer esta decisión, los afectados lograron una exención temporal, a
la vez que Washington continuaba presionando para lograr concesiones en
otros frentes, como limitar voluntariamente los envíos a Estados Unidos y
recortar las tarifas en otros productos.
La UE responderá con represalias al bourbon, el maíz dulce y las Harley-Davidson
Ross sostuvo ayer que se han mantenido
negociaciones con la UE pero los progresos han sido escasos, por lo que
no podían garantizar exenciones ni temporales ni permanentes. El
secretario de Comercio apeló al discurso del miedo. “Tomamos el punto de
vista de que sin una economía fuerte no podemos tener una fuerte
seguridad nacional”, dijo.
“Me parece una cuestión francamente absurda”, replicó a
este argumento Chrystia Freeland, ministra de Exteriores de Canadá. El
primer ministro, Justin Trudeau, las juzgó “totalmente inaceptables”.
EE.UU. negocia limitaciones voluntarias con diversos países
“amigos”, incluidos Corea del Sur, Argentina, Brasil o Australia. Ross
señaló que están dispuestos a continuar las conversaciones con los
diplomáticos y responsables de Europa, Canadá y México, aunque pareció
poco alentador en sus declaraciones, realizadas durante una visita a
París.

La decisión de Trump no pilló por sorpresa a
nadie en Bruselas. A pesar de que se mantuvo siempre abierto el canal de
diálogo, el ambiente en los últimos días hacía presagiar el choque que
finalmente se ha producido. La primera reacción fue anunciar las
represalias, que afectarán a productos norteamericanos emblemáticos,
como el whisky, el maíz dulce y los arándanos entre muchos otros, y que
podrían entrar ya en vigor el 18 de junio. El presidente de la Comisión
Europea, Jean-Claude Juncker, calificó la jornada como un “mal día para
el comercio mundial” y acusó a Estados Unidos de practicar
“proteccionismo puro y duro”. Durante las últimas semanas, la Unión
Europea se mostró dispuesta a negociar, pero siempre recalcando que “no
con una pistola en la sien”. La estrategia no dio resultados. Ayer, un
comunicado conjunto de los ministros de Exteriores y Economía de Francia
y Alemania lamentaba “las decisiones tomadas de forma unilateral por
Estados Unidos” y daba su pleno apoyo a la CE. Por su parte, el ministro
de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, afirmó: “Nuestra respuesta al
‘America first’ sólo puede ser la de Europa unida”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario